miércoles, 25 de agosto de 2010

Lober

"Hay dos opciones, o llorar, o fabricar pañuelos para los que lloran" (Miguel Alejo)

Recuerdo uno de los chistes de El Club de la Comedia que decía que en España los pueblos se creaban cuando llegaba alguien, ponía un bar y, entorno a ese bar la gente empezaba a construir casas (ahora por lo visto recuerdo más los chistes de rubias). Si esto fuese verdad, en el caso de Lober el pueblo empezaría por ellos, serían su pulmón, su motor, los que consiguen que el pueblo no se pierda en el ostracismo al que le empujan las decisiones en cadena de unas administraciones que le dan la espalda.

Si fuesen como una orquesta, cada uno de ellos sería un músico que por separado suena desafinado, pero que en conjunto acierta con cualquier sinfonía. Ellos, obviamente, también son ellas, cada uno con sus padres, abuelos o tíos resistiendo en Lober como si de la última aldea gala se tratase, haciendo fácil lo complejo y manteniendo un espíritu que la vorágine de asfalto a veces dificulta ver lejos del campo.

El bueno de Miguel, que ya me soporta en este alonsodetejada, se ve que me echaba de menos así que me invitó a disfrutar de las fiestas de su pueblo. Entre estar "apipaó" e ir como un avión, uno llega incluso a adquirir una paz interior que es muy necesaria en tiempos de borrasca.

Ellos me hicieron sentir como uno más y así es fácil integrarse. La puta peritonitis me debe aún muchas cosas, una de ellas eran estas fiestas de las que me privó el año pasado.

Ah!, la cita de esta vez es de Alejo, que a la gran mayoría os resultará ajeno y extraño, pero que para mi es casi un compañero de trabajo porque le veo prácticamente una vez a la semana. Esa frase la dijo para criticar a los llorones ante la crisis, pero tiene un punto de aplicación a casi todas las cosas. En cualquier caso, tiene algo que ver con esto porque él también es, al igual que ellos, un gran defensor de su pueblo, en su caso, Almeida de Sayago. Quizá lo más positivo sea eso, que seamos estudiantes, curritos, subdelegados del gobierno o parados, tengamos un sitio al que volver, en el que estar y respirar hondo sin miedo de que se te llenen los pulmones de prejuicios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario